Los caracteres distintivos de esta área provincial protegida de 3.000 hectáreas de extensión son: la tonalidad rojiza de los cerros, el bosque autóctono que cubre sus bases y laderas, y las pinturas rupestres que albergan sus cavidades.
Los rasgos cromáticos son producto de la presencia de compuestos de hierro en el material que une los granos de arena que conforman las areniscas (o rocas sedimentarias).
En ese colorido paisaje crece el mato, acompañado por otros árboles típicos del bosque serrano como el molle y el piquillín. En las quebradas y zonas bajas aparecen también los algarrobos, mistoles, manzanos de campo, talas, quebrachos blancos, además de los ucles y cardones. También forman parte de la biodiversidad de la reserva, entre otros, el gato montés, el zorro gris, los murciélagos y roedores, una gran variedad de aves, lagartos, ofidios, ranas y sapos, mariposas y otros insectos. Las pinturas rupestres, que perduran en los aleros y abrigos rocosos de los cerros son parte del testimonio de los pueblos originarios (complejo cultural aborigen) que habitaron antiguamente la zona. Las imágenes de estas pinturas representan la vida cotidiana (ej. animales y plantas del lugar, escenas de caza), también los rituales de sentido mágico-religioso (danzas), o la llegada del europeo (conquistador a caballo); pero otras son formas geométricas, de forma circular o en laberinto, y que tienen carácter enigmático, y son objeto de diferentes interpretaciones por parte de los estudiosos y personas interesadas.
Características de la Reserva
Cultural Natural Cerro Colorado
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Dimensiones. 3000 hectáreas
Ubicación. En la intersección
de 3 departamentos: Sobrenombre, Tulumba y Río Seco.
Región biogeográfica. Chaco Serrano
Razones de
conservación. Conservación de pictografías y Bosque relictual de mato.
Instrumento legal de
Constitución. Área Natural Protegida por Decreto 2821/92 en el marco de la Ley
6964/83.
Otros antecedentes
legales de protección. Declarado Parque Arqueológico y Natural (Decreto Ley 4861-B del
30/12/57). Declarado Monumento Histórico Nacional (Decreto 881/61).
Suelos. Una proporción de
la Reserva (10%) presenta roca desnuda. Además, en las laderas hay suelos
someros y pedregosos (60%) muy susceptibles a la erosión hídrica e inestables
si se modifican sus condiciones naturales. En los valles y pie de escarpa se
desarrollan suelos más profundos (> 75 cm) y menos pedregosos (20%) que
están enriquecidos con la acumulación de materia orgánica arrastrada por las
ladera. También en esa zona hay suelos franco-arenosos (10%) con baja capacidad
de retención de humedad, por lo que la vegetación depende de las
precipitaciones.
Vegetación. La vegetación varía
en composición y fisonomía con la altitud, conformando pisos altitudinales. El
piso inferior es el Bosque Serrano, al que le suceden a mayor altura el
Matorral y Pastizales Serranos. Dado que las máximas alturas de la reserva no
superan los 1000 m, sólo está bien representado el Bosque Serrano, cuyo límite
inferior desciende por debajo del Cerro Colorado entre las cotas de 400 y 500
metros. La comunidad vegetal más característica es el bosque de mato (Myrcianthes
cisplatensis). Esta especie vive hacia el norte de Córdoba llegando a
Uruguay y Brasil. Su presencia en Córdoba representa su punto más austral de
distribución.
Otros árboles típicos
del Bosque Serrano, que acompañan al mato son el molle de beber (Lithraea
ternifolia), el coco (Fagara coco) y el piquillín de la sierra (Condalia
montana). El fondo de las quebradas se compone de algarrobos (Prosopis
nigra, P. alba, P. chilensis), tala (Celtis tala),
quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco), chañar (Geoffroea
decorticans), manzano de campo (Ruprechtia apetala), garabato (Acacia
praecox), el mato y el coco (ya nombrados), además de la palma (Trithrinax
campestris), entre otros. En sitios perturbados predominan el espinillo (Acacia
caven) y la chilca (Flourensis campestris). Entre los arbustos hay
que mencionar, entre otras varias especies, el azahar de campo (Aloysia
gratissima), el duraznillo negro (Cestrum parqui), el moradillo (Schinus
praecox) y la lagaña de perro (Cesalpinia gillesii). Tampoco
podemos dejar de citar la presencia de varias especies de cactáceas (cola de
gato, ucle, cardón, quiscaloro, tuna de perro, quimilo, entre otras),
enredaderas (sacha huasca, peine de mono, globito, buche de pavo), epífitas
(clavel del aire, liga), rupícolas (chaguar), herbáceas y helechos.
Fauna. Entre los mamíferos
figuran el zorro gris, la corzuela, las comadrejas, los tucos, además del puma
(Puma concolor) y varias especies de murciélagos. Respecto a las
aves, hay más de 100 especies mencionadas. Resulta interesante destacar que
entre ellas hay representantes de distinto linaje. Por ejemplo, hay especies
típicas del llano como la chuña (Chunga burmeisteri), el gallito copetón
(Rhynocripta lanceolata) o la charata (Ortalis canicollis); y
otras típicas de ambientes húmedos del noroeste argentino como los arañeros
cara negra (Geothlypis aequinoctiales). Otras especies de aves de la
zona son: el caburé (Glaucidium brasilianum), y en los alrededores de
los cerros son frecuentes los jotes cabeza negra (Coragyps atratus) y
jotes cabeza colorada (Cathartes aura), además del halcón peregrino (Falco
peregrinus) y águilas escudadas (Geranoetus melanoleucus). Hay
varios lagartos, como el lagarto overo y lagartijas, varios ofidios
(yararás, cascabel, saperas) y distintas especies de ranas (Leptodactylus
gracilis) y sapos (Bufo arenarum, Bufo paracnemis) que no
pasan desapercibidos en la noche estival. En los ríos y arroyos hay especies
endémicas (mojarras) y, lamentablemente, palometas introducidas. Hay una gran
variedad de insectos, destacándose por su belleza y diversidad las mariposas
diurnas y nocturnas.
Fuente: Información
provista por la Agencia Córdoba Ambiente para cuadernillos sobre Áreas
naturales protegidas de la Provincia de Córdoba de La Voz del Interior.